Carlos Flórez, el CEO del grupo Labeta, protagonizó el Foro de Emprendimiento organizado por la Fundación Empresa Familiar de Castilla y León con el que se de el pistoletazo de salida a este tipo de enriquecedores encuentros en el año 2024.

Ante los alumnos del CIFP Tecnológico Industrial (León), Flórez desplegó un enorme catálogo de recursos y herramientas para utilizar el marketing y llegar hasta donde nos propongamos. Él es el principal exponente de ese éxito pues en poco más de una década ha logrado posicionar a su grupo de empresas como una de las grandes referencias en su sector y de su entorno.

La de Carlos Flórez es una historia de reinvención. Trabajador de la construcción en la época de la mayor crisis en la historia del sector, se plantea un cambio de rumbo vital hacia el marketing y la venta online. Un mundo muy alejado del que procedía pero muy adecuado a una personalidad intrépida y una mente en ebullición.

Detrás del éxito del Grupo Labeta hay una estrategia basada en el tono de los mensajes, en el atrevimiento, en la provocación, en la disrupción y en la valentía para jugar muchas veces al filo de la navaja; la manera de contar de un modo diferente lo que los demás intentan decir de una manera convencional. La forma de diferenciarse.

Con los años los resultados han ido demostrando la eficacia de jugar en el límite, de desafiar normas y convenciones; de tratar de ser distinto pero con el mismo objetivo que tu competencia: ser la opción favorita de tus clientes. Una meta no exenta de pillería y de saber leer con rapidez las claves de la actualidad para construir mensajes que calen entre el público y llamen la atención sobre el trabajo que sus empresas son capaces de llevar a cabo. A eso hay que sumar una mínima inversión, necesaria para posicionarse en la jungla de internet en la que “si no estás en la primera página de Google, no existes”.

Con el tiempo, aquel Flórez que bautizó la empresa original con su nombre para darse a conocer en su entorno, jamás dejó de cambiarle el nombre al ritmo de las paulatinas expansiones que le han llevado hasta el Grupo Labeta que hoy lidera junto a su equipo de nueve personas -entre las que se han hecho un hueco esencial los jóvenes que aportan la visión que necesita una empresa que, en muchos casos, los tiene por clientes finales-. Juntos están demostrando ser un prodigio de fiebre creativa que sigue impactando en León, pero que busca llamar la atención mucho más lejos de su zona de influencia para que el dinero de fuera siga regando el origen.