El acuerdo de colaboración liderado por la Fundación Empresa Familiar, y suscrito entre el Grupo Aspasia y ocho empresas del entorno conlleva la puesta en marcha de un proyecto de formación dual gracias a los cuales 13 jóvenes menores de 30 años aprenderán los valores y el trabajo diario de las compañías y obtendrán una formación práctica y ligada a las necesidades empresariales.

Impulsar la empleabilidad de los jóvenes y conseguir así una mayor competitividad de las empresas de la comunidad. Ese es el fin con el que trabaja Fundación Empresa Familiar y ese es el objetivo final que tiene cada una de las iniciativas que pone en marcha. Hoy, en el marco de la realización de proyectos en favor de la mayor competitividad de las compañías, especialmente de aquellas situadas en zonas rurales, Fundación Empresa Familiar ha liderado un convenio de colaboración con el Grupo Aspasia y ocho empresas de la zona de Sanchonuño (Segovia) para la implantación de proyectos de formación dual gracias al cual 13 jóvenes se formarán y trabajarán en sus instalaciones, con sus tecnologías y aprendiendo sus valores y su modelo empresarial.

Será el próximo mes de junio cuando los estudiantes comiencen a desarrollar su actividad profesional en las empresas que han suscrito el acuerdo de colaboración y adquieran conocimientos sobre mantenimiento mecánico, robótica, mantenimiento industrial o programación y control de líneas automatizadas, entre otras muchas habilidades.

Las empresas participantes son El Campo (hijos de Teodoro Muñoz); Grupo Copese; Pallet Tama; Granalu; Grupo Tejedor Lázaro (Dibaq); Tabuenca; Ultracongelados del Duero (Virto) y San Miguel Instalaciones.

La modalidad dual combina formación teórica con tiempo de trabajo real y efectivo en la empresa. En esta iniciativa el contrato inicial de los participantes en el proyecto tendrá una duración de dos años. Durante el tiempo que emplearán para formarse recibirán una remuneración económica por el trabajo efectivo que desarrollen en las empresas. Del mismo modo, al finalizar ese período formativo dispondrán de un certificado de profesionalidad que les acreditará como expertos en la materia y mejorará su nivel de empleabilidad.

Por su parte, las empresas, conseguirán trabajadores y trabajadoras altamente cualificados y adaptados a sus necesidades ya que desde el minuto cero participan en el proceso productivo de la compañía. Durante el primer año del proyecto los aprendices tendrán un 65% de su jornada práctica mientras que en el restante 35% recibirán la formación teórica. En el segundo año el trabajo real en las empresas pasará a ser del 75% y el teórico del 25%. De esta manera, se forma a trabajadores cualificados y plenamente adaptados a las necesidades del mercado.

Para este proyecto ha sido fundamental el concurso del Grupo Aspasia, entidad formativa líder en formación y que acompañará a las distintas empresas durante este camino.

Desde Fundación Empresa Familiar se trabaja para impulsar este tipo de formación y para asesorar a las empresas en la búsqueda y selección de los perfiles profesionales más adecuados, para cubrir sus vacantes y para mejorar sus procesos productivos. Una iniciativa que se pretende ampliar próximamente a otras zonas de Castilla y León con la intención de afianzar este modelo, de luchar contra el desempleo juvenil y de fijar población en estos lugares.